HABITAMOS EL AIRE
Habitamos el air En esta expresión magnífica de la vida, en esta experiencia humana, habitamos el aire…también. Nuestro cuerpo orgánico interviene el aire en volumen y desplazamientos y se vale de él para bombear los segundos y vivir. Nuestra voz viaja en el aire la mayor parte del tiempo, movilizándolo en ondas armonizantes a veces, disruptivas otras veces; portando melodías o palabras en todos los lenguajes e idiomas… o en inventos juguetones, espontáneos de palabras fusionadas y términos graciosos invisibles para las RAEs de las lenguas oficializadas. O abriendo poderosos núcleos energéticos cuando porta fonemas y mantras, cuando conjura conciencia y voluntad, atención e intención en un fin ancestro, mayor que la laringe que la emite a través del aire y en el aire, movilizando partículas, transformando átomos, cristalizándose en emociones sentidas por la orilla a la que llegan estas frecuencias: una planta, un perro, un humano… provocando cambios, eligiendo posibilidades, deci